jueves, 26 de diciembre de 2013

REVOLUCIÓN DE LA TERNURA

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En esta Navidad lo urgente es la "revolución de la ternura" de nuestro Papa Francisco, querer a todos los que nos rodean y hoy, especialmente, a la familia.


viernes, 20 de diciembre de 2013

DIA 18 DE DICIEMBRE , DIA INTERNACIONAL DE LA PERSONA MIGRANTE



Preparando el Adviento y la Cena de Navidad - J.L. Pinilla

“Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo”. Jesús  toca la puerta. Bonhoeffer comentó que “tal vez, después de todo, el Adviento es un tiempo para el auto examen antes de que abramos la puerta”.   Cristo está a la puerta. Él vive en la gente alrededor nuestro sobre todo en los que están en todas las salas de espera del mundo. ¿Dejarás la puerta encandada y  cerrada para defenderte, o abrirás la puerta para él?

Parafraseo y amplio al respecto  un párrafo que he extraído de una carta de Santiago Agrelo Obispo de Tanger y defensor de los emigrantes

“Imagina por un momento que hombres, mujeres y niños de los caminos de la emigración se acercan a las vallas de nuestras fronteras llevando en sus manos la Declaración Universal de Derechos Humanos, o el Decálogo de nuestros catecismos: ¿Se abrirían delante de ellos las fronteras? ¿Dejaría de imponer su ley el faraón de nuestros intereses económicos y de poder? “ Caerían las cuchillas de repente? Tú sabes que no. “Pero Dios no es una Declaración ni un Decálogo: Dios es el Justo. Y si Declaraciones, Decálogos y Normas los podemos ignorar y violar sin que nos juzguen, no podremos ignorar a Dios. Siempre encontraremos razones para saltarnos Declaraciones y Decálogos, pero ninguna de ellas nos valdrá para justificarnos cuando Dios nos pregunte por sus hijos”.

Quizás es mejor estar “sin papeles”, desnudos "como los hijos de la mar" cuando nos pregunte por los más heridos, por los más amenazados, por los más pobres... 

18 de diciembre día internacional del migrantes. Es Adviento. Es tiempo de prepararnos para la gran pregunta que Dios nos dirige desde el pesebre, desde la huida, desde las bienaventuranzas, desde la cruz ... ¿dónde está tu hermano?

Y ahí no le puedo simplemente enseñar mis títulos, ni siquiera las grandes declaraciones y principios a los que me apunto.

Con los “sin papeles” resonará mejor y llegará más directamente al corazón la gran pregunta que repite con frecuencia el Papa Francisco: "¿qué hiciste con mi hermano?"

Y con cierta tensión pero con mucha confianza en Dios , quitaré una por una  cualquier  cuchilla de cualquier valla fronteriza y me uniré a mis hermanos para abrir con ellos  la puerta de mi casa. “Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo”. Porque, 

“Ésta es tu casa.
Puedes poner aquí tus cosas./Coloca los muebles a tu gusto./Pide lo que necesites./
Ahí está la llave. Quédate aquí.
Éste es el aposento para todos nosotros./Para ti hay un cuarto con una cama./
Puedes echarnos una mano en los campos./Tendrás tu propio plato./Quédate con nosotros.
Aquí puedes dormir./La cama aún está fresca,/sólo la ocupó un hombre./Si eres delicado,
enjuaga la cuchara de estaño en ese cubo y quedará como nueva./Quédate confiado con nosotros.”

( Bertolt Brecht.)

jueves, 19 de diciembre de 2013

DIA MUNDIAL DE LAS MIGRACIONES: ¿ES POSIBLE UN MUNDO MEJOR?


  
Samuel Parfait que perdió el ojo izquierdo al intentar cruzar la valla de Ceuta,
acogido por el Secretariado de Migraciones de Cádiz y Ceuta

Esta pregunta se la hice varias veces  a Samuel Parfait, un joven camerunés  de 28 años, que el pasado jueves 6 de diciembre de 2013 participó en la avalancha humana registrada en la frontera del Tarajal, en la que 136 inmigrantes subsaharianos intentaban acceder desde Marruecos a Ceuta. Samuel tuvo que pagar un precio muy alto: una bola de goma disparada por las fuerzas del orden le impactó en su rostro y, además de sufrir diversos traumatismos, perdió el ojo izquierdo. Tuvo que ser trasladado urgentemente al Hospital de Ceuta desde donde se coordinaría, pasadas las doce del mediodía, su evacuación al hospital gaditano en una UCI móvil. Actualmente se encuentra en Cádiz, en un piso de acogida del Secretariado de Migraciones, pendiente de revisiones médicas en el Hospital Puerta del Mar. Partió de Camerún con un sueño que tenía desde niño: viajar a Europa en busca de un mundo mejor.

¿Samuel, se ha roto tu sueño, después de todo lo ocurrido en la frontera de Ceuta? 

Se pone muy serio y medita su respuesta. Por su rostro corre una lágrima y tras una breve pausa, responde con decisión: ¡No!, no se ha esfumado, quiero cumplir mi sueño. Quiere que la gente comprenda que los inmigrantes sólo buscan un trabajo y un futuro nuevo para ellos y sus familias, mejorar su situación y su horizonte. Samuel es un joven que se confiesa católico y, a lo largo de la conversación, reconoce que su fe en JESUCRISTO le da coraje y determinación para seguir buscando ese mundo mejor.

Entonces, ¿es posible ese mundo mejor? Y, nuevamente, respondió con firmeza: ¡Sí, es posible!

«EMIGRANTES Y REFUGIADOS: HACIA UN MUNDO MEJOR», así ha titulado el Papa Francisco su Mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado, que se celebra el día 19 de Enero de 2014. Impresionado por la historia de Samuel, releo las palabras del Papa Francisco en su Mensaje de este año: Buscando mejores posibilidades o salvar su vida, millones de personas comienzan un viaje migratorio y, mientras esperan cumplir sus expectativas, encuentran frecuentemente desconfianza, cerrazón y exclusión, y son golpeados por otras desventuras, con frecuencia muy graves y que hieren su dignidad humana”. En otro momento afirma: “Emigrantes y refugiados no son peones sobre el tablero de la humanidad. Se trata de niños, mujeres y hombres que abandonan o son obligados a abandonar sus casas por muchas razones, que comparten el mismo deseo legítimo de conocer, de tener, pero sobre todo de ser “algo más”.  

¿Cómo caminar hacia ese mundo mejor? El Papa Francisco, entre otras propuestas, indica en su Mensaje:Se trata, entonces, de que nosotros podamos ayudar a los otros a ver en el emigrante y en el refugiado no sólo un problema que debe ser afrontado, sino un hermano y una hermana que deben ser acogidos, respetados y amados, una ocasión que la Providencia nos ofrece para contribuir a la construcción de una sociedad más justa, una democracia más plena, un país más solidario, un mundo más fraterno y una comunidad cristiana más abierta, de acuerdo con el Evangelio. Las migraciones pueden dar lugar a posibilidades de nueva evangelización, a abrir espacios para que crezca una nueva humanidad, preanunciada en el misterio pascual, una humanidad para la cual cada tierra extranjera es patria y cada patria es tierra extranjera”.

Desde el Secretariado de Migraciones se ha enviado a todas las Parroquias y Comunidades de la Diócesis de Cádiz y Ceuta un amplio material para esta Campaña de la Jornada Mundial de las Migraciones que se celebra el 18/19 de Enero, con el objetivo que la Iglesia diocesana siga avanzando y fortaleciendo la misión pastoral con nuestros hermanos inmigrantes. 

En este curso, la programación pastoral del Secretariado de Migraciones, en línea con el PROGRAMA GENERAL DIOCESANO, lleva este título y objetivo: SALIR AL ENCUENTRO DE LOS INMIGRANTES.

Samuel Parfait, continúa su evolución post-operatoria en el piso de acogida, mientras desde el Servicio Jurídico del Secretariado de Migraciones se estudian los trámites y posibles demandas a interponer en defensa de los derechos de este joven inmigrante. Para Samuel y para todos los inmigrantes que viven en nuestra Diócesis queda este deseo del Mensaje del Papa Francisco: “Queridos emigrantes y refugiados. No perdáis la esperanza de que también para vosotros está reservado un futuro más seguro, que en vuestras sendas podáis encontrar una mano tendida, que podáis experimentar la solidaridad fraterna y el calor de la amistad.”

Gabriel  Delgado


lunes, 16 de diciembre de 2013

SUCEDIÓ .. EN LA FRONTERA DE CEUTA

Publicado en EL FARO DIGITAL:


 http://www.elfarodigital.es/ceuta/sucesos/136520-senti-mucho-calor-me-quite-la-camiseta-y-vi-que-sangraba-.html


“Sentí mucho calor, me quité la camiseta y vi que sangraba”


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Antes de comenzar a narrar su historia al otro lado del hilo telefónico, Samuel  Parsait revela que siempre lleva una Biblia con él. Su interlocutor puede imaginar el libro, en su edición de tapas rojas y rugosas, en el regazo del camerunés.
Que haya sido ingresado en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz no ha hecho que este hombre de 28 años se desprenda del texto que contiene la palabra de Dios, un tonel al que sujetarse en mitad del naufragio. Con la mano derecha sobre el texto sagrado sentencia: “Juro que todo lo que voy a contar es la verdad. Soy un cristiano de color”.
Este subsahariano es uno de los tres inmigrantes de la avalancha humana registrada este jueves en la frontera del Tarajal, en la que participaron más de 200 personas, que lograron quedarse en territorio español –dos se entregaron en la Jefatura Superior de Policía e incluso se habló de la entrada de un cuarto–. Pero Parsait tuvo que pagar un precio muy alto: se cayó desde una altura de más de cinco metros al subirse al COS de la Guardia Civil y, además de sufrir diversos traumatismos, perdió el ojo izquierdo por un impacto.
El camerunés evoluciona bien, según pudo conocer este periódico, pero se encuentra a la espera de una segunda operación en este caso de reconstrucción maxilofacial debido a fracturas internas en la cuenca que contenía el globo ocular y la nariz rota. Cuando baje la inflamación volverá a quirófano. La primera operación se le practicó al ser hospitalizado y consistió en la extracción de los fragmentos del ojo que continuaban en la cuenca, procedió a higienizarla y le implantó una prótesis ocular.
Ya estabilizado en planta, Parsait suspira cuando inicia su relato. Retoma los hechos ocurridos entre las 6.00 y las 7.00 de la mañana, cuando logró trepar hasta el techo de un edificio policial al cruzar a la carrera primero la frontera marroquí, superar la zona internacional y llegar después hasta las oficinas en suelo español. Dice que se encontraba en lo alto del edificio a donde había llegado escalando y que, como publicó El Faro, alcanzó mediante la formación de un casteller catalán, es decir, subiéndose en sus compañeros para ganar altura y recorrer la fachada hasta el techo.
Recuerda que iba bastante abrigado, sobre todo por las bajas temperaturas registradas en los montes marroquíes donde esperaba su oportunidad de cruzar a Ceuta, y estaba acompañado de otros subsaharianos con los que compartía su sueño de llegar a Europa.
Desde arriba, explica que comprobó cómo golpeaban a sus compañeros que no corrieron su, hasta ese momento, buena suerte. “Les pegaban con porras y les ponían de rodillas, introduciéndolos en un edificio” , describió Parsait, en referencia a la dependencia marroquí. Asegura que se encontraba ensimismado en el dantesco espectáculo que se desarrollaba bajo sus pies cuando se desvaneció a causa de un golpe y se precipitó al vacío, aunque este punto de la reconstrucción de los hechos por parte de Parsait resulta aún confusa. “Sentí mucho calor y comencé a desprenderme de la ropa, hasta que me quedé en camiseta y me di cuenta que estaba sangrando”. Aquella noche se desató un auténtico caos en la frontera en el que se lanzó material antidisturbios para disuadir a los inmigrantes que cruzaban el paso en avalancha. Incluso los porteadores que se dirigían a los polígonos lanzaron piedras contra ellos.
Fue la propia Guardia Civil la que alertó a las ambulancias para que le asistieran. Parsait, con el rostro destrozado y la pérdida de un ojo, fue trasladado urgentemente al Hospital Universitario, desde donde se coordinaría, pasadas las doce del mediodía su evacuación al hospital gaditano en una UCI móvil. Una parte de la que, evidentemente, el subsahariano no fue consciente dada la gravedad de los daños.
Llora desconsoladamente a lo largo de la conversación, sobre todo, porque alguien se interese por él. Quiere que la gente comprenda que ellos vienen a buscar un trabajo que no tienen en su tierra y evitar la situación de penuria que se encuentra en su países natales. La vida en los montes cercanos a Castillejos es difícil, asegura, fundamentalmente por el frío y porque temen la lluvia ya que el campamento se enfanga. En los asentamientos se mantienen a base de patatas, verduras, tomate y carne que le proporcionan los habitantes de las cercanías, quienes se soldarizan con los grupos de inmigrantes al conocer la situación en la que viven. Los grupos construyen sus chabolas con plástico y maderas pero, en ocasiones, aparecen los efectivos que identifica como de la Policía marroquí. “Cuando ven que las hemos construido, nos las destruyen y tenemos que volver a construirlas. Así una y otra vez”, explicó.

Conectados por Facebook y otros compañeros que les esperan en el Tarajal
Samuel Parsait, quien malvivió junto a otros compañeros en los asentamientos de inmigrantes que hay diseminados por los montes próximos al municipio marroquí de Castillejos, explicó que los habitantes de los campamentos clandestinos tienen contactos con los inmigrantes que ya han logrado cruzar y se encuentran en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).  La red social Facebook se ha convertido en el principal canal de comunicación también para los compatriotas que se encuentran a ambos lados del perímetro fronterizo. Aunque los inmigrantes en suelo marroquí son conscientes de que  están sometidos a controles de vigilancia exhaustivos, conocen aquellas horas más propicias para descender hasta Castillejos y conectarse a internet en los cibercafés, desde donde hablan con quienes ya se encuentran en la ciudad autónoma. No son los únicos subsaharianos que ayudan a sus compañeros que permanecen en territorio marroquí. En las últimas avalanchas, resulta habitual ver en las inmediaciones de la frontera y el Tarajal a pequeños grupos de residentes del CETI que parecen esperar a los compañeros que intentan la entrada para ayudarles o darles la bienvenida,
Es electricista y tiene tres hermanas directas y un hermano de padre
Samuel Parsait dejó pronto el colegio a muy temprana edad. Hizo formación profesional y es electricista. Tiene tres hermanas directas y luego un hermano por parte de padre. En su recorrido hasta Ceuta estuvo un mes en Chad, cuatro meses en Libia, y quince días en Argelia. Entró por Oujda y vino en coche hasta Castillejos. Llevaba en los montes cercanos un mes y dos semanas y no era la primera vez que intentaba entrar en Ceuta, pero el primero fue fallido

ÁFRICA EN LA VALLA





D. Justo Lacunza, sacerdote de Misioneros África - Padre Blancos, 
autor de este artículo, en la conferencia que impartió en Tetuán, 
a los participantes en la Peregrinación  entre las Dos Orillas.

"Pensé que cada emigrante africano que saltó la valla acarreaba, anudado en el alma, un microcosmos de experiencias, dolores y suspiros. Pero también de alegrías duraderas y de logros impensables. Será difícil borrar la imagen de África en la valla."


Las imágenes escalofriantes de los emigrantes africanos, trepando como hiedras furtivas por la valla metálica de Melilla han dado la vuelta al mundo. Una imagen inverosímil, plateada, con reflejos sombríos de una luna creciente que parecía sacada de la Guerra de las Galaxias. Africanos encaramándose en una contra reloj infernal, a pesar de la dureza enzarzada de un camino luctuoso y desolador, para llegar a la ansiada meta. Agarrándose fuertemente a los rombos de alambre y cruzando la frontera melillense para entrar en el paraíso del territorio nacional. Una mezcla de euforia y cansancio, emoción y lágrimas. Contra viento y marea, gendarmes y guardias, tapias y alambrados.
Es para contarlo. Tenían la palma de la mano en Marruecos y los dedos doblados en España. Me imaginé por un momento que estaba viendo un documental de algún conflictivo país tropical, perdido en la lejanía geográfica del nuestro planeta. ¿Vietnam, Kenya, Camboya, Somalia, Laos, Nigeria, Libia? O quizás era la multiplicación de los batman,  que se habían enganchado como murciélagos a las telarañas de acero y aluminio en un alarde de maña y destreza, ingenio y habilidad. O quizás eran los estudios vanguardistas para la realización de un film con figuras deformadas por la rabia, el horror y la persecución. O una playstation japonesa para agilizar los dedos pulgares, alborotar la mente y poner alrededor del alma alambre de espino. De esos videojuegos, relucientes como la publicidad chillona de los kingburger, que arrasan las ventas y dejan a los clientes con los ojos desorbitados. Además de ignorar el sabor imaginario de los saldos y costar un ojo de la cara.
Pero, no era así. Soñaba con otros mundos escondidos, pero todo era terriblemente real y auténtico. Ocurría en nuestras fronteras. Continuaban pasando por mi memoria los retazos de film de los años ’60 en Soweto (Sudáfrica) y en Alabama (Estados Unidos). Con el aullido inconsolable de los perros policía de un lado y el pavor inaudito de las caras aterradas del otro. Siempre la valla en medio. Tuve que trasformar el remolino de las tripas en sosiego del alma, empresa no fácil, sobre todo al final de la jornada. Todo se pasaba en Melilla, aprovechando el final del verano y disfrutando, por así decirlo, de la luz de la luna. En una ciudad de África de la que en el pasado oíamos decir, “mala suerte, me ha tocado hacer la mili en Melilla”. Porque aquello estaba lejos, había que ir a África y cruzar el mar. Allí había moros, musulmanes y gente rara. De aquellos que rezaban por tierra y miraban a la luna, hablaban como si estuvieran siempre enfadados y se alimentaban de cuscús. Cuántos relatos se acumulan en el desván de la mente humana. Con el pasar del tiempo aprendes a ir con el cursor de la memoria a desempolvar las carpetas. Te parece que las habías borrado, pero ahí están en el disco duro de tu vida personal. Todos llevamos un archivo empolvado, unas herramientas inestimables y una experiencia irrepetible. Los sabios, precavidos y expertos llaman “identidad”. Es una de esas palabrejas que se lleva mucho hoy en día, empezando por el DNI. Un vocablo que dice bien poco de lo que realmente eres, pero que te sirve para no tener que acabar esquivando preguntas incómodas e intentando con la mente saltar alguna valla casera.
Hoy parece que las cosas han cambiado de un lado y de otro de la valla en Melilla, aunque uno duda siempre de las ideologías, viendo y constatando la realidad. Para muchos la valla es maldita, feroz y abominable. Te cierra el paso, aunque no a cal y canto, y te convierte, cuando menos piensas, en araña trepadora. Para otros la valla es segura, fuerte e infalible contra cuerpos foráneos y extraños. Por aquello de “nosotros y ellos”, la expresión más repetida de todos los tiempos. Porque en ese “nosotros” metemos un sin fin de cosas: ciudadanos, territorio, leyes, derechos, orgullo nacional, identidad nacional, lengua nacional, derechos humanos, libertades, democracia, estado de derecho y hasta estado lamentable. En el “ellos” ponemos: extranjeros, forasteros, ilegales, sin papeles, tercer mundo, subdesarrollados, refugiados, pobres, emigrantes, etc. Mundos paralelos que a veces se encuentran y engranan, pero que  con frecuencia chocan y combaten sin piedad.
Los ingleses hablaban de aliens, que sería el equivalente del barbaroi, utilizado por los autores griegos. O con otras palabras más directas: extranjeros, bárbaros, ilegales, inmigrantes, los de la otra orilla, los otros, los alienados. Y uno recuerda alguna cosa entre las muchas que ha escuchado en los últimos meses: “Reclamamos Gibraltar y seguimos en Ceuta y Melilla”. Siempre con eso de “nosotros” (españoles) y “ellos” (ingleses). Ya lo sabemos, cuando se tocan las cuerdas arrugadas de la tradición y se escuchan las voces recriminatorias de la historia, el razonamiento resulta áspero y difícil, por no decir brusco e imposible. Pero no nos llevemos a engaño, lo de “nosotros y ellos” existe en todas las lenguas, dicho con más o menos prosopopeya y explicado con más o menos elocuencia. Y cuando tocamos el campo de la cultura o sonamos la partitura de la religión, entonces corremos el riesgo de acabar mareados en las aguas turbulentas de la discordia, el enfrentamiento y la polémica. Porque nos imaginamos que “el nosotros” es como la caja mágica donde todo es sano y bueno, fuerte y lozano, genial y saludable. En cambio “el ellos” suena a todo lo contrario, o por lo menos así lo pensamos muchas veces, aunque no lo digamos. Ah!, y luego, para complicar más aún las cosas, te encuentras con  lo de “creyentes e no creyentes”, “musulmanes y no musulmanes”, “cristianos y no cristianos”, “izquierdas y derechas”, “los del norte y los del sur”, “ciudadanos y no ciudadanos”, “nativos y extranjeros”, “blancos y negros”. Y siempre, en el fondo de todo,  lo de “nosotros y ellos” en infinidad de ofertas, colores y presentaciones. Aquí y en todas partes. Todo depende del lugar donde uno se encuentra y de la identidad que uno lleva, tanto impresa en la piel como oculta en el alma.
Lo que había visto y escuchado en la tele era la vida real. Los avatares dolorosos del destino habían hecho de ciudadanos africanos los impensables protagonistas, que trepaban con agilidad, brío y coraje con la mirada puesta en la tierra prometida. Una España acosada, amarrada y apretada por la crisis. Esa detestable palabra rompecabezas que te empuja inexorablemente a escarbar por los rastrojos del paro, a rastrear los páramos de lo desconocido, a buscar en los altiplanos de lo utópico. El vocablo repelente e irrefrenable, de los mil pliegues y significados, enigmas y crucigramas. Lleno de promesas vacías, de espejismos nocturnos y de sueños irrealizables. Porque la crisis se ha convertido en una valla violenta, abrumadora e infranqueable para millones de ciudadanos. Conseguir el pan de cada día es la peor aventura de la vida.
El eco eufórico del “oléoléolé” de los africanos en la playa, después de la intrépida odisea mediterránea, deja entrever otros mundos revueltos en los que la inseguridad, la violencia y la pobreza se han adueñado de las vidas de millones de personas. Los llegados al otro lado de la valla habían dejado atrás a sus familias, obligados a abandonar sus hogares y a marcharse de la tierra que los vio nacer.  Por el motivo que sea. Guerras, hambre, conflictos, miedo, abandono, racismo, discriminación. En busca de un futuro sin el acoso diario y punzante de la indigencia, el sufrimiento y la miseria. Errantes por caminos de barro y polvo. Como romeros, viandantes y peregrinos por cañadas, valles y desiertos. O en embarcaciones escacharradas, botes de goma y pateras de mala muerte. Porque el Mediterráneo se ha convertido en el gran cementerio de los muertos que no consiguieron saltar la valla, nadar hasta la orilla, llegar a la playa. Muertos y difuntos sin  nombre ni  sepultura. Sin que les rindieran el homenaje póstumo de un puñado de tierra y una plegaria al cielo. Pero eso sí, la dignidad humana ni la muerte consiguió arrebatarles.
Los supervivientes de las zozobras en el mar llegan hacinados, agolpados y explotados. Con billete de sólo ida, a merced de las borrascas marítimas y de la intemperie humana. En las manos criminales de quienes los tratan con desdén, despreciándolos como esclavos porque son de piel negra. Los encadenan en las redes de la delincuencia, de la prostitución y de la droga, si quieren comer las migajas humillantes que los mantengan en vida. Y a las primeras de cambio aflora sin piedad el grito de las amenazas, del desprecio, del empujón. Para que se marchen de una vez. Que desaparezcan del horizonte para no verlos jamás. Que se echen a la carretera, al monte o a la mar. Con lo puesto y nada más. Sin trabas ni engorros, sin equipaje, sin bártulos. A lo más la botella de plástico con agua para mojar los labios durante la maldita travesía, si llegas incólume y con vida a la meta de tus infinitos sueños y proyectos. Eso sí, te han estrujado como un limón y te han chantajeado sin piedad. Con frecuencia te has sentido como un maltrecho samaritano en mano de salteadores, bandidos y atracadores. Porque en las pateras destartaladas de la muerte el pasaje está siempre completo y nunca asegurado. Sino pagas al contado no viajas. Te quedas tembloroso en la orilla del olvido y el ansia. Con la mirada deshabitada y la mente medio apagada. Con el corazón azotado por el oleaje de los sollozos. La regla del “crucero” la saben todos: de perdidos al agua. Esto no es ciencia ficción, sino la dura, monstruosa y cruel realidad de nuestro tiempo. Cosida y desfigurada, ultrajada y clavada en los africanos, convertidos por una noche en hombres araña. Trepaban por los aires en zigzag, encaramados a una red de metal, rompiendo el silencio de una noche de luna. Contemplé atónito e incrédulo África desdibujada, movediza y maltrecha en la valla fronteriza de mi propio país. Y nos dicen que miles esperan el momento oportuno para correr como galgos, serpentear por el monte, cruzar el charco “a patera” y con buena suerte quizás trepar por la valla.
Los años de mi vida en África pasaron a velocidad de vértigo. Como un video de YouTube que te deja perplejo, atolondrado e incrédulo. Abre tu alma a otros mundos que nunca pensaste que pudieran existir. Vuelves a ver el video y te quedas atónito, boquiabierto y con los ojos saltones. O te emociona y te despeja el alma. O te causa dolor y te aguijonea. O te empuja a seguir luchando, transformando la furia en fuerza motriz. Diariamente, sin pisoteos ni fanfarronadas, con dignidad y libertad. O te sacude por dentro de tu inercia existencial y te despierta de tu letargo encallecido.
Las rápidas imágenes en blanco y negro de los ágiles trepadores africanos fueron como un latigazo sordo en los lomos. Revivieron en mí las grietas de la indiferencia, la rabia incandescente de las manos atadas, la inquietud tenaz de seguir creyendo en una humanidad mejor. En cualquier rincón, lugar y paraje del planeta. Pensé que la naturaleza es con frecuencia más clemente y compasiva que la tirria agresiva y la roña devoradora de los traficantes sin escrúpulos, de los mafiosos sanguinarios, de los contrabandistas con piel de lobo. De los que piensan que el mundo está dividido entre “señores” y “esclavos”. ¿Etiquetas demasiado duras? Basta otear el horizonte de nuestro mundo, mirar a las cosas de frente y analizarlas sosegadamente. Sin prisas ni condenas, sin enfados ni rodeos, sin  irritación ni sofoco. Viendo trepar a los emigrantes africanos, preferí quedarme con la imagen de la solidaridad indefectible y de la mano tendida al extranjero, de las cruces rojas en los chalecos de médicos y enfermeras, de los brazos acogedores de los voluntarios haciendo de muletas a los heridos, cojos y desvalidos. Pensé que la bondad  y la ternura, traducidas en miles de elocuentes gestos, enjuagan el dolor, curan las llagas y sobre todo construyen el respeto y la libertad, el amor y la paz entre los pueblos de la tierra. Porque las leyes sin humanidad son letra muerta y además matan el presente y el futuro.
El verano estaba ya plegando sus alas y el viento se había retirado a la sierra. La luz de la luna había barrido de nubes flotantes el firmamento. La noche de los trepadores africanos continuó su curso imparable a la espera de las primeras luces del alba. La marea continuaba bañando la playa con el ritmo pausado de las olas apelotonadas. Pensé que cada emigrante africano que saltó la valla acarreaba, anudado en el alma, un microcosmos de experiencias, dolores y suspiros. Pero también de alegrías duraderas y de logros impensables. Por haber llegado a puerto seguro después de un largo y penoso viaje. Al final de una turbia y horrenda odisea. Con el salitre en el cuerpo y el estigma en el alma. Será difícil borrar la imagen de África en la valla.  

 Justo Lacunza Balda
20 de Septiembre 2013

Rescatados 10 niños en Melilla que las mafias usaban como pasaportes humanos

Es otra de las muchas artimañas de las que se valen las redes de trata de seres humanos para introducir personas de manera irregular:comprar un niño y hacerlo pasar por hijo de una inmigrante para tener un salvoconducto. 10 de estos niños han sido rescatados por la Guardia Civil durante los dos años en los que se ha llevado a cabo la Operación Herodoto, en la que han sido imputadas 12 personas que manifestaron ser padres biológicos de los menores con el fin de evitar un procedimiento de expulsión o de obtener un tratamiento preferente a la hora de acceder a Europa. Con la clausura de esta operación, la Guardia Civil considera que esta práctica ha desaparecido.
La Operación Herodoto se puso en marcha en 2011, cuando la Guardia Civil detectó un nuevo procedimiento utilizado por mafias internacionales de trata de seres humanos para hacer llegar inmigrantes a Melilla: embarcar a mujeres con menores de edad en pateras y hacerlos pasar por hijos de estas, cuando en realidad no lo eran, previo pago de unos 1.500 o 2.000 euros.
Los traficantes abusan de su superioridad y de la vulnerabilidad de los niños, normalmente menores de 10 años, y no dudan en poner en riesgo su integridad física. De hecho, en una ocasión se recuperó del mar el cuerpo de un menor que murió ahogado y que no reclamó ninguna persona de las que iba en la patera de la que se cayó.
La organización internacional de derechos humanos Women’s Link Worlwide recalca que no se debe culpar a las mujeres que llevan consigo a estos menores porque ellas no deciden utilizarles, sino que son obligadas por las redes de trata. “Vemos indicios muy claros de que son personas victimas de trata, las autoridades tienen la obligación de identificarlas antes de imputarles un delito. Estas mujeres seguramente van a pagar una pena de prisión y lo que hay que hacer es protegerlas, advierte Paloma Soria, abogada de Women’s Link.
La oficina del Defensor del Pueblo fue la primera institución de la voz de alarma sobre este fenómeno en su informe del año 2012, en el que llamaban la atención acerca de la presencia de mujeres subsaharianas que llegan en patera a las costas españolas y que podrían ser víctimas de trata. “En este sentido llama la atención que muchas de estas mujeres llegan acompañadas de niños de corta edad o ellas mismas manifiestan ser menores de edad”, reza el documento.
Para comprobar estas sospechas, la Guardia Civil puso en marcha un protocolo en el que han participado Interpol, la fiscalía de menores, elCentro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, la Dirección General del Menor y la Familia de la Consejería de Bienestar Social y Sanidad de la misma ciudad y la Universidad de Granada, responsable de realizar pruebas de ADN a estos menores. “Llegó un momento en que vimos, incluso, que varias familias que residían en el CETI abandonaban el centro; sabían que podían ser investigados”, apunta un portavoz de la Guardia Civil de Melilla.
En los últimos dos años, se ha realizado la prueba de ADN a 12 personas de origen subsahariano y argelino y a los niños que viajaban con ellas. El resultado ha revelado que en 10 casos, no había ningún vínculo biológico entre los los padres y sus supuestos hijos. “Cuando fuevox populi que los niños que llegaban eran sometidos a pruebas de ADN, los resultados sí empezaron a corresponderse entre padres e hijos, con lo cual podemos confirmar que esta práctica se ha neutralizado por parte de las mafias”, asegura el portavoz del instituto armado. Poco más se ha sabido de la identidad real de estos menores. “Hablamos de niños que vienen de terceros países, países en conflicto. Es muy difícil constatar quienes son”, justifica el agente.
Las situaciones y supuestos a los que se han enfrentado los investigadores durante estos dos últimos años han sido muy variadas: en algunos casos, cuando la embarcación era interceptada por la Guardia Civil, los inmigrantes que iban en ella han amenazado con tirar el menor al agua o prender fuego a la patera. También se dio el caso de un menor que salió del CETI de Melilla con su supuesta madre biológica y que volvió a entrar tiempo después con otra identidad y otra madre. Otro de los niños rescatados fue vendido por su madre verdadera por 20.000 dinares y fue utilizado por diversas mujeres en varias ocasiones.
Estos 10 niños son 10 pequeñas gotas en el océano de casos relacionados con el tráfico de seres humanos. ¿De dónde vienen? “Pueden nacer tanto en el camino desde el país de origen hasta la frontera como en Marruecos, una vez llegados”, explica Soria. “Las mujeres víctimas de trata no tienen ningún derecho a decidir sobre sus cuerpos, sufren episodios de violencia durante el camino y se quedan embarazadas. Si conviene que nazca el niño para pasarlo en patera, nacerá. Si no conviene, las hacen abortar”, denuncia la abogada.
En este caso, los 10 menores han quedado tutelados por los servicios sociales de la Ciudad Autónoma de Melilla pero, de no haberles rescatado, se hubieran enfrentado a un futuro incierto. Una vez salen del CETI, difícilmente se les podría haber seguido el rastro. “Hubieran sido abandonados o los hubieran seguido utilizando para introducir inmigrantes o para otra cosa peor. La trata de seres humanos tiene muchas caras”, aseguran desde la Guardia Civil.

jueves, 12 de diciembre de 2013

LA MUERTE DE UN INMIGRANTE ARMENIO EN EL CIE DE BARCELONA CUESTIONA LA PROPIA EXISTENCIA DE LOS CIE

Noticia publicada:  www.ccar.cat - COMISSIÓN CATALANA D'AJUDA AL REFUGIAT -

“No les quitamos el cinturón ni los cordones de los zapatos porque esto no es una cárcel”, argumentaron los responsables del CIE. Sin embargo, fue con sus cordones con lo que este armenio de 42 años se suicidó según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña.
Los CIE, efectivamente, no son prisiones. En éstas hay personas privadas de libertad por haber cometido delitos, mientras que en los CIE se priva de libertad a inmigrantes por una simple falta administrativa: estar en situación irregular. La privación es la misma, pero la justificación y las garantías jurídicas no.
La privación de libertad que se produce en un CIE es una sanción que nuestro derecho penal no contempla; comporta, por tanto, un tratamiento a los inmigrantes como seres con menos derechos que los demás, a los que se les puede aplicar medidas especiales de castigo; comporta, en definitiva, una vulneración grave de los derechos humanos.
Ello, además, debe ser visto a la luz de otra evidencia: los CIE no juegan ningún papel efectivo en la regulación de los flujos migratorios (lo que, a la postre, es el motivo por el que fueron creados). La diferencia entre el número de inmigrantes en situación irregular que se expulsa a través de los CIE y el que se expulsaría sin tal instrumento es insignificante por lo que se refiere a nuestra realidad inmigratoria.
Las políticas de extranjería se han basado en postulados y prevenciones que rayan la xenofobia. Son irracionales. Contienen aspectos represivos que no están justificados para la gestión de los flujos migratorios. Los derechos humanos quedan en segundo términos cuando entra en funcionamiento la maquinaria creada para el control de los flujos migratorios. Así, con frecuencia, personas que requerirían la protección del Estado porque huyen de peligros en sus países de origen, se ven castigadas por este Estado como si huir de aquellos peligros fuera un delito. No es extraño que ello conduzca a veces a la desesperación y al suicidio.
Es posible que el señor armenio que se ha suicidado temiera que al ser devuelto a su país sólo lo esperase la muerte o algo parecido. Los CIE no tienen razón de ser y deben ser cerrados. Hay que buscar otras formas de gestión para las situaciones de inmigración irregular. Y hay que poner más recursos para comprobar cuántos casos de inmigración irregular son, en realidad, personas necesitadas de protección internacional.

Miguel Pajares
Presidente de la Comissió Catalana d’Ajuda al Refugiat








lunes, 9 de diciembre de 2013

LA IGLESIA ESPAÑOLA, DETRÁS DE LA VALLA

ABC 7-12-13

LUIS DE VEGA NADOR (MARRUECOS)

El arzobispo de Tánger, un gallego, lucha por asistir a los «sin papeles» que tratan de entrar en Ceuta y Melilla
Situación angustiosa En la Delegación de Migraciones de Nador no quedaba ni una manta para repartir.

"Necesito otras 550 mantas para el lunes". El jesuita canario Esteban Velázquez urge por teléfono al proveedor más material para repartir entre los emigrantes subsaharianos que malviven en los bosques del noreste de Marruecos y que puedan hacer frente al invierno y a las batidas de las Fuerzas de Seguridad. La Delegación de Migraciones de la ciudad de Nador, dependiente del Arzobispado de Tánger, está casi desbordada porque, como ha podido comprobar ABC, los agentes marroquíes queman los campamentos de los emigrantes en las constantes redadas que llevan a cabo. Por eso, los plásticos para que se hagan refugios y las mantas para abrigarse se compran y se reparten una y otra vez en un ciclo que no se detiene.

Detrás, la política
Pero la Iglesia sabe que con las quejas en voz alta no puede llegar muy lejos y que lo importante es poder seguir desarrollando su labor. El problema no parece tanto que la estén llevando a cabo en un país musulmán, sino que detrás de ese trabajo humanitario están las políticas migratorias acordadas entre Madrid y Rabat.

El arzobispo de Tánger, el gallego Santiago Agrelo, no puede evangelizar. Tampoco el resto de religiosos cristianos asentados en el país magrebí. Pero ha acabado por hacer de los derechos humanos una causa que ocupa una parte importante de su tiempo en el norte de Marruecos. Así es como ha impulsado la Delegación de Migraciones, con sedes en Tánger, cerca de Ceuta, y Nador, cerca de Melilla.

Las homilías de este franciscano nacido en 1942 se empezaron a hacer conocidas hace un lustro, poco después de ser destinado en esta ciudad del estrecho de Gibraltar. Hasta podían leerse en la página web de la diócesis. Iba más allá de repartir bocadillos y asistir en la catedral a los subsaharianos sin papeles, da igual cristianos que musulmanes. Coincidiendo sobre todo con las tragedias de los naufragios, las palabras de este sacerdote se hacían más duras.

Llegado a Marruecos hace pocos meses, Esteban Velázquez es un hombre de largo recorrido que pasó siete años en El Salvador, cuatro de ellos con los guerrilleros del FMLN. Ahora forma parte de un equipo de media docena de personas en la Delegación de las Migraciones de Nador, nacida oficialmente el pasado mes de abril, y que, de alguna manera, pretende llenar el hueco dejado por Médicos Sin Fronteras (MSF), que ha abandonado el país magrebí.

Paga Suiza
Que la Iglesia esté encabezada por españoles no impide que el proyecto de asistencia a los inmigrantes en Nador esté financiado por la cooperación suiza con 165.000 euros para 2013 y 2014. Además del reparto de plásticos, mantas y kits higiénicos, su misión es hacer de intermediarios con el sistema de salud marroquí y trasladar a los heridos y enfermos al hospital y facilitarles medicamentos. También sensibilizan a los inmigrantes sobre el peligro del sida y otras enfermedades de transmisión sexual.

La última incorporación a la Delegación de Migraciones de Nador es la hermana Francisca, también canaria y de las Hijas de la Caridad. Se le parte el alma en sus primeros días como enfermera tratando a los emigrantes. «Hay que hacer algo por ellos. Hay que hacer algo», afirma en tono amargo en las oficinas adjuntas a la nave de la Iglesia, donde el pasado fin de semana no quedaba ni una sola manta para repartir.

PREPARANDO EL ADVIENTO

Ante Jesús que toca la puerta, según la cita hecha por Bonhoeffer de Apocalipsis 3:20, el joven teólogo comentó que "tal vez, después de todo, el Adviento es un tiempo para el auto examen antes de que abramos la puerta". Abrirle la puerta a Jesús conlleva hacerlo con un fuerte sentido de misión. No para hacerlo como un acto individualista, sino teniendo en la mente, en el corazón y en la voluntad, a los otros y otras de quienes Jesús quiere ser luz en las más densas tinieblas.

Es por eso que, nos recuerda Bonhoeffer, “Cristo está a la puerta. Él vive en la gente alrededor nuestro. ¿Dejarás la puerta seguramente cerrada para tu protección, o abrirás la puerta para él?”


Comento y amplio , parafraseando , un párrafo que me ha gustado y que he extraído de una carta de Santiago Agrelo Obispo de Tanger y defensor de los emigrantes.
Imagina por un momento que hombres, mujeres y niños de los caminos de la emigración se acercan a las vallas de nuestras fronteras llevando en sus manos la Declaración Universal de Derechos Humanos, o el Decálogo de nuestros catecismos: ¿Se abrirían delante de ellos las fronteras? ¿Dejaría de imponer su ley el faraón de nuestros intereses económicos y de poder? Caerían las cuchillas de repente? Tú sabes que no. 

Pero Dios no es una Declaración ni un Decálogo: Dios es el Justo. Y si Declaraciones, Decálogos y Normas los podemos ignorar y violar sin que nos juzguen, no podremos ignorar a Dios.

Siempre encontraremos razones para saltarnos Declaraciones y Decálogos, pero ninguna de ellas nos valdrá para justificarnos cuando Dios nos pregunte por sus hijos. 

Quizás es mejor estar sin papeles, desnudos "como los hijos de la mar" cuando nos pregunte por los más heridos, por los más amenazados, por los más pobres... 

Adviento es tiempo de prepararnos para la gran pregunta que Dios nos dirige desde el pesebre, desde la huida, desde las bienaventuranzas, desde la cruz... ¿dónde está tu hermano?

Y ahí no le puedo simplemente enseñar mis títulos, ni siquiera las grandes declaraciones y principios a los que me apunto.

Sin papeles resonará mejor la gran pregunta que repite con frecuencia el Papa Francisco: "¿qué hiciste con mi hermano?"

Y con cierta tensión pero con mucha confianza en Dios, quitaré una por una las cuchillas de Melilla y me uniré a mis hermanos para abrir con ellos  la puerta de Melilla.
Jose Luis Pinilla

MENORES SIN PAPELES

Fuente: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/12/06/actualidad/1386360679_823451.html

Llegan a los aeropuertos o a las costas españolas acompañados de una mujer que dice ser su madre, pero que no lo puede documentar. La policía observa lo que considera “comportamientos sospechosos” en la relación entre la madre y el pequeño. Son bebés o niños pequeños sin filiación ni identidad verificable. Y una prueba de ADN demuestra en ocasiones que esos menores no son hijos de la mujer o la pareja con la que llegan al país. La policía, la fiscalía, la oficina de la Defensora del Pueblo y Cruz Roja trabajan en común para tomar medidas que permitan llegar a conocer la identidad de estos menores. Pero no siempre se consigue.
La ley de extranjería (Ley Orgánica sobre Derechos y Libertados de los Extranjeros en España y su Integración Social, reformada en 2009) regula las condiciones para el tránsito de menores en España. Esta norma señala que si los cuerpos de seguridad del Estado localizan a un menor no acompañado indocumentado, “el ministerio fiscal lo pondrá a disposición de los servicios de protección de menores de la comunidad autónoma en la que se halle”. Cuando no se conoce su identidad ni su procedencia, son tutelados por una Administración pública y se les considera regulables.
Aunque los requisitos están claros, “existen huecos en el cumplimiento de la legislación”, como explica Carlos Chana García, responsable del Programa de Restablecimiento del Contacto Familiar y del Servicio Social Internacional de Cruz Roja Española. “Influyen la legislación de cada país, la vía por la que se acceda con el menor al territorio, la autoridad de la frontera e incluso las compañías aéreas, que unas son más sensibles que otras a este problema”, prosigue Chana. “Se utiliza a los bebés como parte de las estrategias migratorias para poder pedir luego la reagrupación familiar. Las tipologías de cómo lo hacen son variadas”. Unas veces entran con falsos padres a través de los aeropuertos y otras son parejas o mujeres solas que llegan en patera o en barco solas con un bebé que supuestamente es suyo, pero que en ocasiones no lo es. Organizaciones de defensa y protección de menores calculan que solo a través de los aeropuertos españoles la policía detecta al menos medio centenar de casos de este tipo cada año.
Cruz Roja, que es además la corresponsalía del Servicio Social Internacional en España, considera que los requisitos están claros para el tránsito de menores en el territorio Schengen, en el cual se puede circular libremente si se ha entrado regularmente en alguno de los países de este espacio. Esta organización señala que “las dificultades aparecen al aplicar los procedimientos, y los más vulnerables son los niños pequeños que se ven involucrados en los procesos migratorios”, señala Chana. “Muchos terminan en el sistema de protección de menores y, algunas veces, al cabo de los años, aparece una mujer diciendo que es su madre, cuando el niño a lo mejor se ha dado ya en adopción”, añade.
En su opinión, desde hace años “es difícil que se den en España casos de intercambio de niños por dinero”. “Aquí sí hay los mecanismos para detectar casos de riesgo a través de los servicios sociales”, afirma. “Además, las adopciones internacionales siguen unos protocolos muy claros en España y también se vigila mucho la situación en los países de origen de los niños. Pueden darse casos de familias, en Tíbet o Etiopía, por ejemplo, en los que las familias no entienden bien que van a perder los derechos sobre sus hijos al darlos en adopción. Creen que les van a dar una vida mejor, pero no conciben ni entienden que vayan a dejar de ser sus hijos. Este proceso puede ser discutible, pero se les explica lo mejor posible y, una vez que los ceden, los procedimientos que se siguen para darlos en adopción son completamente legales”.
Otros casos en los que los menores en tránsito no cuentan con todas las garantías que deberían son los de parejas separadas en las que uno de los miembros es de otro país y se lleva a los hijos a su tierra sin autorización, sin que se le plantee ningún problema a la hora de sacarlos del país porque es uno de los progenitores. Una vez constatada la filiación, no se solicita ningún otro papel que demuestre que tiene la custodia del menor. Los datos son difíciles de precisar en este terreno. Sin embargo, organizaciones de protección de los menores calculan que puede haber en esta situación varios centenares de niños españoles. Y el fenómeno está aumentando con el incremento de los matrimonios en los que uno de los miembros es extranjero.
Sin embargo, este riesgo se puede evitar, como explica la magistrada e inspectora delegada de menores y familia del Consejo General del Poder Judicial, María de los Ángeles Velasco: “En casos de separaciones en los que se tengan dudas de que uno de los padres pueda llevarse al menor del país sin autorización se puede adoptar como medida cautelar que se libre a todos los aeropuertos la prohibición de salida sin el consentimiento de los dos progenitores o sin autorización judicial”. Velasco explica que esta cautela se incluye ya en muchos procesos de separación y que incluso se ha dado algún caso en el que los padres que se habían olvidado de que la habían solicitado y, por ejemplo, al intentar salir un hijo adolescente del país para irse a estudiar al extranjero han tenido que acudir al juez para retirar la prohibición para ese viaje. “A mí me ha ocurrido esto en dos ocasiones. En una de ellas porque la madre no se acordaba de que en su día solicitó esa medida cautelar”, señala Velasco.
Las organizaciones de protección de la infancia insisten en que es necesario aumentar la implicación de las fiscalías y los servicios de protección a la infancia, que generalmente no intervienen más por falta de recursos, para evitar el tránsito de menores sin filiación, así como que se deben aumentar los controles de los niños extranjeros que llegan a nuestras fronteras.
La defensora del pueblo, Soledad Becerril, mandó a la policía el pasado mes de marzo una recomendación para “que se identifique a los menores extranjeros que lleguen a España de forma irregular y así evitar situaciones de riesgo para estos menores”. La recomendación fue aceptada, por lo cual, a partir de entonces, cuando la policía localiza a menores extranjeros no acompañados, que viajan con un adulto que no puede documentar su relación con ellos o cuando existen indicios de que pueda ser víctima de trata de seres humanos se procede a identificar a esos niños de forma inmediata, se pone el caso en conocimiento del ministerio fiscal y de las entidades de protección de menores, explica la oficina de la Defensora.
La policía corrobora la situación de riesgo: “Cuando un adulto manifiesta que existe una relación parental entre él y el menor al que acompaña sin documentación alguna que lo avale, se invita al acompañante a que consienta —previamente informado sobre la prueba y sus efectos jurídicos— a la obtención de células epiteliales bucales propias y del menor para la práctica de la prueba de ADN”, explica la policía.
En lo que va de año han llegado a las costas españolas de forma irregular 124 menores no acompañados y 39 que viajaban con un adulto, según datos policiales. Hay “indicios acreditados por diversas fuentes (ONG, cuerpos y fuerzas de seguridad y ministerio fiscal) de que algunos casos de traslado de menores por adultos indocumentados esconden actividades directamente vinculadas con el tráfico ilegal de niños o con la trata de seres humanos”, añade. Por eso, la policía, a instancias del fiscal de Sala Coordinador de Extranjería y de la fiscal de la Sala de Menores dictó una instrucción el pasado mes de febrero sobre “las actuaciones a realizar ante la detección de menores extranjeros no acompañados o que se encuentren en situación de riesgo”, de forma que desde entonces estos menores son “reseñados y grabados en el registro de menores extranjeros no acompañados (MENA) de las unidades de extranjería”.
Jesús Palacios, catedrático de Psicología de la Universidad Sevilla y experto en adopciones, anota que también persisten riesgos en la adopción internacional: “Hay países en los que no hay registro civil o los niños se registran con ocho o nueve años. El niño no existe, lo que facilita crearle una identidad falsa y asignarle una maternidad. Otra situación de riesgo en el tránsito de los menores son las catástrofes naturales o los movimientos masivos de población. Miles de niños vagan por las calles y no deben ser declarados adoptables hasta que se comprueba que es huérfano o que no hay nadie de su familia o comunidad que esté dispuesto a hacerse cargo de él”.
Y aunque todos los expertos coinciden en que el riesgo de adopciones ilegales en España es mínimo con la actual legislación, en otras partes del mundo no es así.
El convenio de La Haya señala cuándo un niño puede ser adoptable y cuándo no y los datos reflejan la inmensa cantidad de casos que se salen de estas reglas. El informe Las zonas grises de la adopción entre países, del Servicio Social Internacional (ISS), de 2010, señala que las adopciones que se realizan de acuerdo con el protocolo de La Haya en los 10 principales países de origen del mundo no llegan al 30%. El resto (más del 70%), no se realizan con garantías. “Es un dato preocupante y el problema es que la presión de la demanda ha generado presión de oferta dispuesta a satisfacerla”, explica Palacios. “Y sigue habiendo países, como Estados Unidos, en los que la adopción es independiente, sin la intervención de entidades públicas que controlen los procesos”.
“Las personas que quieran adoptar deben tener en cuenta no solo que España cuenta con una ley que regula estás adopciones, sino que el país en el que quieran adoptar haya suscrito el convenio de La Haya”, advierte José Ignacio Esquivias, fiscal de la sección civil y de familia de la Fiscalía de Madrid, y experto en adopción internacional. “Si acuden a otros países corren el riesgo de que no pueda homologarse la adopción en España de acuerdo con nuestra legislación, además de no tener garantías de que el menor se adopta con todas las garantías para él”. En algunos casos en los que no se hace así, los jueces y fiscales suelen aceptarlo en una forma legal similar al acogimiento, “porque hay que darles una cobertura jurídica y para no romper el vínculo creado y no dejar al niño en manos de las instituciones”. “Pero los problemas que se les presentan a las familias son inmensos, porque ni es su hijo legalmente, ni tiene su apellido”, advierte Esquivias.

Niños sin DNI y libros de familia sin fotografía

Para circular en avión, tren o barco con menores de 14 años dentro del territorio español la legislación no exige que se presente ningún documento del pequeño. Se considera responsable a la persona mayor con la que el niño realiza el viaje. La compañía responsable del trayecto puede solicitar el libro de familia, que no incluye una fotografía del menor, pero no todas lo hacen.
Dada la diferencia entre las legislaciones de los países a los que pertenecen las aerolíneas que cuentan con vuelos domésticos dentro de España surgen periódicamente problemas relacionados con la seguridad en el traslado de los menores. El último caso sonado fue el de la compañía Ryanair, de nacionalidad irlandesa, que negaba el embarque a los vuelos dentro de España a los menores de los que no se aportara un documento con fotografía, como el DNI o el pasaporte, y no consideraba válido el libro de familia por no contar con ella. “Creemos que no pedir un documento con foto podría favorecer el tráfico de menores. En estos asuntos tenemos el respaldo de las autoridades irlandesas”, manifestó Michael O’Leary, presidente de Ryanair hace un año a raíz del conflicto en el que se vio implicada la aerolínea. Los tribunales españoles dieron la razón a las personas afectadas por estas restricciones de Ryanair y la compañía se vio obligada a cambiar su política en España y aceptar el libro de familia como documento válido para autorizar que los niños viajaran en sus vuelos domésticos. Sin embargo, la duda de O’Leary sobre la inseguridad en el traslado de los menores la comparten otras organizaciones.
“En Cruz Roja recomendamos que se viaje siempre con pasaporte o DNI del menor, aunque es cierto que el riesgo es menor cuando se circula dentro del Estado, pero la garantía también lo es al no llevar una fotografía que identifique al niño”, señala el responsable de infancia en dificultades sociales de Cruz Roja Carlos Chana García.
En otros países, la variedad de situaciones es muy amplia. Muchas naciones no cuentan con ningún tipo de libro de familia. Es el caso, por ejemplo del Reino Unido o de Estados Unidos. En el primero, si se quiere viajar con menores, se les tiene que sacar el pasaporte a partir de los dos años de edad.
En este sentido, el Consejo de Ministros aprobó el mes pasado un real decreto que reduce la validez del DNI de los menores de cinco a dos años. La expedición de este documento para los niños es voluntaria. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, afirmó que esta reforma se debe a los cambios físicos que sufren los menores a esas edades. “Entre un menor de dos y uno de cuatro hay bastante poca similitud”, señaló.
Respecto al libro de familia, su reforma la tiene sobre la mesa el Ejecutivo, pero es una incógnita si incluirá una foto del menor. El borrador de anteproyecto de Ley de Reforma Integral de los Registros, aprobado por el anterior Gobierno socialista en 2010, incluye la eliminación del libro de familia y lo sustituye por “certificaciones registrales” que podrán ser solicitadas personalmente o a través de Internet. Además, el nacido recibirá un Código Personal de Ciudadanía (CPC), ligado a una ficha personal donde figurará a lo largo de su vida todo su historial civil. El código personal consistirá en una secuencia alfanumérica que le valdrá a la persona para todos los trámites que necesite hacer en el Registro Civil. Su ficha personal podrá ser consultada de forma electrónica y será accesible para las Administraciones de toda España que lo precisen a la hora de realizar un trámite. No se especifica si la ficha personal incluirá una fotografía.
La previsión es que este cambio en el libro de familia, ligado al de Registro Civil, entre en vigor en julio de 2014, recuerdan fuentes del Ministerio de Justicia. Pero no está claro si el Gobierno plantea cambiar el texto elaborado por los socialistas o incluir una foto del menor junto a sus datos.