viernes, 4 de julio de 2014

PREPARANDO EL ENCUENTRO INTERNACIONAL DE CEUTA



"CON LOS POBRES DE LA TIERRA, QUIERO MI SUERTE ECHAR"


EN MILAN, 

Redacto estas letras por la noche, con la imagen, en la retina y el corazón, del Duomo y de Gabriel. En el Encuentro con los delegados de migraciones de las ciudades europeas en Milan, preparando el próximo que deseamos que sea en España y, más concretamente, en Ceuta.

Queremos - y en ello trabajábamos - que se introduzca el tema básico de las FRONTERAS. 

Las fronteras geográficas y las que se les ponen tan injusta y dolorosamente a los mismos emigrantes en cualquier lugar. Fronteras psicológicas, legales, culturales, etc.

Fronteras que impiden la realización de los proyectos vitales a los que tienen derecho, como cada ser humano. 

En Viena - antecesora de este encuentro europeo - se nos había invitado a los que trabajamos en migraciones a abrir el diálogo con otras religiones y por lo tanto a alentar a las diversas iglesias locales para participar cada vez más en la construcción de la familia humana y la fraternidad universal. 

¡Fraternidad que rompen los palos y las piedras en las frontera, las leyes y los gases, las mafias y las corrupciones...

Fraternidad, no solo para ellos sino con ellos, como cantábamos ¿hace 40 años?:"¡Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar!" 

¡Me estoy volviendo nostálgico, tras el viaje en avión con Gabriel! 

Ese texto poético, que tenía el aire del Atahualpa Yupanqui, que tarareábamos hace tiempo y que hoy me acompaña, mientras trabajo, y que me trae el eco del mas genuino profetismo de los viejos profetas de Israel y de Jesús de Nazaret.

José Luis Pinilla, director Secretariado COMISION EPISCOPAL DE MIGRACIONES.

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